“Roban celular: arrojan el chip y conservan el teléfono”
Aunque para la mayoría de los lectores este titular no representaría ninguna novedad, puesto que es muy común encontrarse (o “tomar prestado”) un celular, destruir el chip y luego desbloquear el aparato para utilizarlo nuevamente con un nuevo chip, en este caso, la acción contraria hubiera sido la más beneficiosa. El nombrado teléfono móvil poseía en su interior un chip especial, de esos que se consiguen clandestinamente, que mandaba mensajes de texto de manera infinita y gratuita. El valor del celular: 250 pesos (se puede comprar con Mastercard); mandar mensajes gratuitos por siempre: no tiene precio.
“Robo inconsciente”
El noventa por ciento de los sucesos trascendentes de nuestras vidas nos pasan al lado, pero ni siquiera nos rozan: quizás nuestro peor enemigo pueda llegar a ser nuestro mejor amigo, puede haber un millón de dólares en una bolsa de basura que ignoramos o el amor de nuestras vidas puede haber compartido sólo por unos instantes nuestra existencia en un ascensor, entre otros múltiples ejemplos. Saber leer las oportunidades que nos ofrece la vida, saber tomar la decisión correcta en el momento justo o saber cuando hablar y cuando callar, son competencias que pueden marcar significativamente el curso de nuestras vidas. La felicidad a veces está tan cerca de nosotros, que nunca nos damos cuenta de ella.
Aunque para la mayoría de los lectores este titular no representaría ninguna novedad, puesto que es muy común encontrarse (o “tomar prestado”) un celular, destruir el chip y luego desbloquear el aparato para utilizarlo nuevamente con un nuevo chip, en este caso, la acción contraria hubiera sido la más beneficiosa. El nombrado teléfono móvil poseía en su interior un chip especial, de esos que se consiguen clandestinamente, que mandaba mensajes de texto de manera infinita y gratuita. El valor del celular: 250 pesos (se puede comprar con Mastercard); mandar mensajes gratuitos por siempre: no tiene precio.
“Robo inconsciente”
El noventa por ciento de los sucesos trascendentes de nuestras vidas nos pasan al lado, pero ni siquiera nos rozan: quizás nuestro peor enemigo pueda llegar a ser nuestro mejor amigo, puede haber un millón de dólares en una bolsa de basura que ignoramos o el amor de nuestras vidas puede haber compartido sólo por unos instantes nuestra existencia en un ascensor, entre otros múltiples ejemplos. Saber leer las oportunidades que nos ofrece la vida, saber tomar la decisión correcta en el momento justo o saber cuando hablar y cuando callar, son competencias que pueden marcar significativamente el curso de nuestras vidas. La felicidad a veces está tan cerca de nosotros, que nunca nos damos cuenta de ella.
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