“Jóvenes fiesteros evaden las restricciones impuestas por el Gobierno de Tucumán a los horarios de juerga”
En la ciudad de Tucumán, el horario máximo permitido para el funcionamiento de boliches, locales bailables, pubs, etc., es de las cuatro de la mañana. Pero este sábado, en sus primeras horas, pudo observarse una maratón de jóvenes regresando a sus hogares pasadas las diez de la mañana, notablemente enfiestados. Algunas leyes están hechas para ser violadas, sobre toda aquellas que atentan contra la libertad individual excusándose en la estupidez de los que no saben responsabilizarse de sí mismos.
Las vueltas de la ley
“Hecha la ley, hecha la trampa”, reza el proverbio popular. Es que la picardía de los Argentinos es infinita, puesto que provee soluciones picaronas al instante, cada vez que se intenta prohibir un hábito popular. Salir ebrio a las cuatro de la mañana de un boliche, no es menos peligroso ni perjudicial para la sociedad que hacerlo a las seis de la madrugada, sino que me parece que resulta ser todo lo contrario. Nadie es dueño del reloj, nos diría Kapanga, porque justamente el tiempo y la libertad no son propiedad de nadie. Se busca solucionar un problema atacando simplemente sus síntomas, pero nunca las causas. El problema real es de conciencia, de educación, de uso racional de la libertad. Cualquier medida tomada en otro sentido puede ser rápida, pero nunca eficaz y duradera, se trata de barrer bajo la alfombra. Pero la mugre está. Está dentro mío, dentro tuyo, dentro de todos, y hasta que no limpiemos primero nuestras almas, nunca podremos brillar por el exterior.
En la ciudad de Tucumán, el horario máximo permitido para el funcionamiento de boliches, locales bailables, pubs, etc., es de las cuatro de la mañana. Pero este sábado, en sus primeras horas, pudo observarse una maratón de jóvenes regresando a sus hogares pasadas las diez de la mañana, notablemente enfiestados. Algunas leyes están hechas para ser violadas, sobre toda aquellas que atentan contra la libertad individual excusándose en la estupidez de los que no saben responsabilizarse de sí mismos.
Las vueltas de la ley
“Hecha la ley, hecha la trampa”, reza el proverbio popular. Es que la picardía de los Argentinos es infinita, puesto que provee soluciones picaronas al instante, cada vez que se intenta prohibir un hábito popular. Salir ebrio a las cuatro de la mañana de un boliche, no es menos peligroso ni perjudicial para la sociedad que hacerlo a las seis de la madrugada, sino que me parece que resulta ser todo lo contrario. Nadie es dueño del reloj, nos diría Kapanga, porque justamente el tiempo y la libertad no son propiedad de nadie. Se busca solucionar un problema atacando simplemente sus síntomas, pero nunca las causas. El problema real es de conciencia, de educación, de uso racional de la libertad. Cualquier medida tomada en otro sentido puede ser rápida, pero nunca eficaz y duradera, se trata de barrer bajo la alfombra. Pero la mugre está. Está dentro mío, dentro tuyo, dentro de todos, y hasta que no limpiemos primero nuestras almas, nunca podremos brillar por el exterior.
No hay comentarios:
Publicar un comentario